Cuando hablamos de fidelización suele venirnos a la cabeza el típico programa por puntos, regalos por llevar algunos años comprando a una marca/establecimiento... Pero hoy quiero contaros cómo hay empresas que te fidelizan al momento y después, te pierden
Pongamos que tenéis dos coches. Uno nuevo y otro más antiguo. Al nuevo le toca una revisión rutinaria y no queréis llevarlo al taller de la marca, sino que optáis por uno de estos talleres oficiales "de marca blanca". Ahí, cambian todo lo que el fabricante señala, pero además os informan de que tenéis que cambiar unas cuantas cosas más. El precio asciende, pero en todo momento os dicen "es por su seguridad", "no se lo diría si no fuera importante", "lo siento mucho, de verdad". Ante tal buena fe, uno accede a cambiar todas esas cosas, y el presupuesto inicial se duplica.
Los negocios saben vender, si no, adiós negocio. Saben qué decirle a sus clientes y a los futuros clientes para que confíen en ellos y para seguir haciendo negocio. Así que después de una de cal, viene la de arena y le revisan gratis el coche en el que ha ido a por el nuevo. "¡Qué gente más maja!" piensa uno, aunque le hayan cobrado un pastón, "revisan el coche gratis".
Y al día siguiente...¡sorpresa! El coche tiene tres millones de averías y le queda poco. "¡Vaya, si acaba de pasar la itv!" es lo que piensa uno... "De verdad, es por su seguridad. Siento darle esta noticia". "Bueno, lo pensaré, gracias".
Con este ánimo por el suelo, uno se va a su casa, pensando en que tiene que gastarse otra vez una millonada en arreglar el coche viejo...
"Pero... un momento. Si el coche acaba de pasar la itv y estaba perfecto... ¿no será que nos quiere timar?"
Seguro que es algo que todos, antes o después, hemos vivido o viviremos.
La gestión de clientes: hay que dar, mostrarse muy cercano, regalar (un lavado, por ejemplo) para luego enganchar al cliente y conseguir de él lo que se quiere.
Y es que, gestión de clientes, lo lleva a cabo hasta el más pintado, porque los negocios, negocios son. No hace falta tener una tarjetita de plástico donde se acumulan puntos. El trato humano y las concesiones ya hacen que volvamos o no con una marca o establecimiento. Desde los días del trueque existe la fidelización de clientes, pero unos lo saben aplicar con más tino que otros.
Cuando te pasas de la raya...adiós clientes.
Estoy de acuerdo en tu planteamiento. El problema es que para muchos "empresarios" el objetivo no es fidelizar clientes, sino hacer dinero. Y, en principio, ambos conceptos son incompatibles.
ResponderEliminar