Encuestas y qué no hacer

Hoy pensaba escribir otro post, pero las casualidades de la vida han hecho que escriba éste; vamos, que al llegar a casa me han llamado para realizar una encuesta telefónica. Era sobre política. Y aunque el encuestador me ha asegurado que "simplemente era para recabar información", estaba claro de qué orilla estaban.

Bien, así me han surgido unos cuantos qué hacer y no hacer al realizar una encuesta. Empecemos con los NO (que siempre son más divertidos):

1. No dejes ver de qué parte estás, puesto que puedes influir en los encuestados para bien... y que contesten lo que quieres... o para mal...y hacer que sean más radicales (éste ha sido el caso).
2. Da un término medio si las respuestas son de valoración. "Cómo valoraría usted la actuación del señor **Z*: no me da nada de confianza, me da bastante, me da mucha"... Aquí quizá alguien eche en falta el "no me preocupa, me es indiferente..." (aunque bueno, yo lo tenía claro).
3. No digas: "esta encuesta le llevará unos dos minutos" porque yo pienso que serán eso, dos minutos, y lo son, pero multiplicado por diez.
4. Las opciones, sobre todo en política, son importantes: "qué partido cree que hará mejor en materia de empleo: PSOE, PP u otros". Hay más partidos, pregúntame por ellos, no por "otros".
5. Intenta agrupar las preguntas por temas, no comiences hablándome de autonomías, pases a desempleo y luego vuelvas a autonomías y elecciones municipales.
6. Si quieres situarme demográficamente... pregúntame algo más de mi vida que: edad, trabajo y sexo. Sobre todo en este tiempo incierto político... quizá sea interesante.

La política también sigue estrategias y, al igual que se testea el mercado para saber si se lanza un producto, se retira, qué es lo que hará gracia a la hora de publicitarlo, etc.; habrá que testearlo para conocer por dónde conducir la estrategia política (entre otras cosas). Por lo tanto, una encuesta bien hecha tendrá mucho más valor.

Los SÍ los dejo para otro día, que va a parecer esto el Quijote.